5.5. Plan y protocolos de intervención psicoterapéutica grupal para hombres agresores de pareja

5.5.1 Programa de intervención psicoterapéutica grupal para hombres agresores de pareja

La violencia contra las mujeres ha sido considerada un problema de salud pública (PAHO, 2003), en consecuencia los programas asistenciales se han enfocado prioritariamente en el abordaje Integral a mujeres en situación de violencia. Los estudios de eficacia sugieren que las intervenciones grupales favorecen la autoestima, resignifican la crisis hacia una perspectiva positiva (Martínez, 2018), se consigue una mejora significativa en la sintomatología postraumática y remisión de sintomatología clínica asociada (Labrador, Velásquez y Gonzales, 2009).

En el trabajo con hombres agresores, se debe considerar que la violencia es un problema estructural que no debe ser entendido únicamente desde la psicología del maltratador como individuo aislado, sino más bien desde la influencia del proceso de socialización de antivalores como la dominación y el ejercicio del poder sobre los otros y en este caso particular sobre sus parejas (Berger y Luckmann,1968).

En ese sentido, algunas investigaciones sugieren que el origen de las actitudes de los agresores está asociadas a experiencias ambientales que confluyen para la configuración de características psicológicas disfuncionales (Boira y Tomás-Aragonés, 2011).

La configuración del sistema de creencias sobre el concepto de masculinidad y feminidad se fundamenta en construcciones sociales que son transmitidas por estructuras inherentes a la sociedad, que a su vez determinan el sistema de valores de hombres y mujeres (Guevara Ruiseñor, 2008). En la misma línea, Connell y Messerschimdt (2005), plantean la existencia de seis tipos de masculinidades o formas en que ésta se construye y se ejerce con la confluencia de factores, de orden personal, social, económico, etc. Estas configuraciones sociales de masculinidad se basan en prácticas estructuradas por las relaciones de género, que son inherentemente históricas y cuya construcción y reconstrucción es un proceso político que afecta el balance de intereses en la sociedad.

En consecuencia, desde los años setenta en Estados Unidos se visibilizó la necesidad de abordar también a los agresores. Esta primera etapa se caracterizó por la aplicación de intervenciones individuales de corte educativo, que durante los siguientes años fueron incorporando técnicas psicoterapéuticas cognitivo – conductuales y de entrenamiento en habilidades sociales (Gondolf, 1997).

Es importante considerar que la intervención con hombres agresores de sus parejas es una medida que busca incrementar las condiciones de seguridad de las mujeres, pues no se pretende justificar los comportamientos violentos ni eximirles de responsabilidad (Echeburúa, 2004).

La experiencia en la ejecución de los programas de intervención con agresores de pareja sugiere que el tratamiento clínico necesariamente debe acompañarse desde una perspectiva sensible sobre la categoría de género. Además, se debe considerar permanentemente el involucramiento de actores de justicia (Navarro, 2016).

1. Objetivo general

Lograr que los participantes de los procesos psicoterapéuticos identifiquen al sistema patriarcal como la causa estructural de la violencia contra la mujer, reflexionando sobre sus propias cogniciones y desarrollando habilidades para el manejo de la ira como expresión de la violencia, en la perspectiva de avanzar hacia relaciones equitativas de género.

2. Resultados esperados

  • Los participantes asumen responsabilidad por su comportamiento violento y se sitúan en algún estadio de cambio frente al problema.
  • Los participantes identifican los componentes del sistema patriarcal que sustentan la violencia hacia las mujeres.
  • Los participantes identifican pensamientos distorsionados sobre la mujer y el uso de la violencia, y procuran esquemas más adaptativos para el establecimiento de nuevos tipos de relacionamiento.
  • Los participantes reconocen indicadores de la expresión de la ira y desarrollan habilidades para la gestión adecuada de esta emoción y otras emociones negativas asociadas.
  • Los participantes valoran y reflexionan sobre el ejercicio de una nueva masculinidad caracterizada por relaciones de pareja no violentas, el ejercicio responsable de la paternidad y la capacidad de expresar sus emociones.

3. Características del proceso terapéutico

La evaluación inicial es considerada fundamental para obtener el perfil diferencial del agresor, considerando las investigaciones recientes (Loinaz y Echeburúa, 2010) que establecen tres tipologías:

  1. Violentos con la pareja, estables emocionalmente, integrados socialmente.
  2. Borderline o límite, con indicadores psicopatológicos.
  3. Violentos generalizados, antisociales, poco estables emocionalmente, no integrados socialmente.

Es importante enfatizar que, la tipificación previamente planteada corresponde a una sistematización de características psicológicas que no guardan relación alguna con la terminología usada para definir trastornos de personalidad.

En consecuencia, se plantean las siguientes dimensiones de evaluación que permiten obtener una información acorde para el proceso terapéutico:

  • Personalidad y psicopatología.
  • Nivel de motivación.
  • Ira.
  • Pensamientos distorsionados sobre la mujer y el uso de la violencia.

Una vez delimitadas las características de cada participante son destinados a la modalidad terapéutica correspondiente.

Para el proceso de evaluación de inicio y fin del proceso terapéutico se sugiere la siguiente batería:

    • Entrevista general estructurada para maltratadores, 1997. Echeburúa y Fernández – Montalvo.
    • Inventario de Evaluación de Personalidad (PAI), 2007. Leslie C. Morey, adaptación española M. Ortiz – Tallo, P. Santamaría, V. Cardenal y M. P. Sánchez (este instrumento puede ser aplicado y corregido de forma manual o en línea, para acceder a esta segunda opción deben adquirirse los derechos de uso).
    • Inventario de expresión de ira estado-rasgo (STAXI-2). 2001. Spielberger, C. D., & Miguel Tobal, J. J.
    • Escala de evaluación de cambio (URICA). 2000. Hemphilli, Howell.
    • Inventario de Pensamientos Distorsionados sobre la Mujer y el Uso de la Violencia-Revisado (IPDMUV-R). 2016. Enrique Echeburúa, Pedro J. Amor, Belén Sarasua, Irene Zubizarreta, Francisco Pablo Holgado-Tello.

Las características psicológicas de agresores han significado un ámbito de mucho interés, algunas investigaciones sugieren que el origen del comportamiento del agresor esta enlazada con antecedentes familiares desde la primera infancia. Es importante delimitar que las características de hombres que ejercen violencia constituyen un conjunto de las mismas y no necesariamente un perfil.

En el caso de agresores, las relaciones intrafamiliares correspondientes a los primeros años de vida se caracterizan por manifestaciones conductuales violentas entre los progenitores, de uno a otro y de un progenitor en contra los hijos.

En esta población la experimentación de episodios de violencia desde edades tempranas genera alteraciones psicológicas relacionadas con ansiedad ante la separación, baja tolerancia a la frustración y establecimiento de vínculos afectivos inseguros.

Fases previas al proceso de intervención

Asumir la responsabilidad y tomar conciencia respecto del problema de violencia en contra de las mujeres, es un referente importante para estimar el pronóstico del proceso terapéutico, se detallan las fases de la entrevista motivacional previa a la intervención terapéutica.

Fase 1: Feedback (devolución e intercambio de información de la evaluación) y Resolución de ambivalencia

      • Se debe hacer la devolución de la información relevante o pertinente que se ha recogido durante el proceso de evaluación, para que el sujeto conozca su situación actual, el significado de su conducta, sus consecuencias, las reacciones y efectos que producen sobre los demás.
      • Se debe acordar junto a la persona, pensamientos, actitudes y conductas problemáticas, que se tendrían que modificar.
      • Se deben trabajar las resistencias y ambivalencias como aspectos normales, aceptables y comprensibles.
      • Se debe colaborar en analizar las ventajas y desventajas derivadas de un posible cambio. (Se puede realizar una lista de beneficios y costos de cambiar y de no cambiar su comportamiento y se debe establecer un diálogo de pros y contras de mantención del mismo).
      • Se debe trabajar con identificación de alternativas en el que se describirá detalladamente el contexto problemático, emociones, pensamientos automáticos y la evidencia que tiene la persona con relación a estos pensamientos. También se describe el comportamiento que tuvo la persona en esa situación problemática.
      • Finalmente se identifica la posibilidad de un comportamiento alternativo al anterior.
      • La entrevista motivacional puede llevarse a cabo en una sesión (contemplación o preparación para la acción) o dos sesiones (precontemplación o contemplación) de acuerdo al estadio motivacional en el que se encuentra la persona.

Fase 2: Autoeficacia y apoyo social

      • Se debe enfatizar el trabajo de autoeficacia y reforzar aspectos positivos que puedan promover la motivación para el cambio.
      • Reforzar la capacidad de tomar decisiones.
      • Reflexionar sobre la red social con la que cuenta el sujeto.
      • Se debe considerar que el sujeto posee un repertorio (limitado) de estrategias adaptativas para  la resolución de situaciones problemáticas y por lo tanto se debe identificar esos recursos.
      • Enfatizar las experiencias positivas de afrontamiento que tuvo el sujeto en relación a las situaciones problemáticas, buscando conseguir de esta manera el incremento de autoeficacia.

Fase 3: Definición de objetivos para el cambio

      • Se deben definir objetivos concretos, realistas y evaluables y proyectar metas significativas que se traduzcan durante el proceso.
      • Identificar obstáculos potenciales e identificar alternativas que permitan la superación de estos obstáculos (se puede utilizar el recurso de un mapa de objetivos, donde el usuario pueda identificar claramente los objetivos y acciones para lograr el cambio).
      • Proporcionar al usuario un espacio donde aclarar y definir las acciones que se realizaran para lograr el cambio.
      • Recoger todos los aspectos trabajados en los módulos anteriores y hacerlos evidentes como herramientas en el proceso de cambio.
      • Potenciar la percepción de autoeficacia del usuario a fin de aumentar sus posibilidades de éxito.
      • Dotar al usuario de recursos a fin de combatir los obstáculos que puedan surgir en la aplicación del mapa de objetivos.
      • Establecer márgenes de tiempo a corto, mediano y largo plazo en coordinación con el usuario.

4. Enfoque teórico psicológico / pedagógico para la intervención grupal

El Centro Juana Azurduy a través de la Guía de Atención a Víctimas de Violencia (GAVVI), presenta un plan psicoterapéutico desde la orientación cognitiva – conductual basado en conceptos referenciales articulados por masculinidades con perspectiva de género.

A continuación, se presentan los conceptos fundamentales de la presente propuesta de intervención para hombres agresores de pareja.

a) Masculinidades

Son configuraciones de prácticas estructuradas por las relaciones de género, que son inherentemente históricas y cuya construcción y reconstrucción es un proceso político que afecta el balance de intereses en la sociedad y en la dirección del cambio (Connell, 1995 citado en L. Ramírez y García Toro, 2002).

Tipos de masculinidades

De acuerdo al autor citado (Connell, 1995), existen 6 tipos de masculinidades que se construyen y se ejercen con la confluencia de factores de orden cultural y personal, en correspondencia con la coyuntura histórica y la circunstancia geográfica.

Entre estos se destacan:

Masculinidad hegemónica: Es la que domina por sobre otros tipos de masculinidad. Articula lo que socialmente se espera de los hombres con lo que institucionalmente se reproduce, en el sentido de establecer condiciones de dominación de los hombres hacia las mujeres. Coexistente con otras masculinidades no hegemónicas.

Masculinidad contestataria (proyecto H, 2001): Este otro tipo de masculinidad es aquella que cuestiona, desafía y rechaza activamente el modelo hegemónico. Las prácticas cotidianas de los hombres que escogen una masculinidad contestataria suelen ser diferentes, incluso contrarias a las que se esperan de los hombres; tienden a rechazar la violencia, el control y la dominación de las mujeres, no reproducen el discurso dominante misógino ni homofóbico. Hoy en algunos pocos ámbitos sociales e institucionales se reflexiona una masculinidad respetuosa de las mujeres que no se coloca en posiciones de dominación ni ejerce los atributos clásicos del sistema patriarcal, intenta romper los roles tradicionales de género y establece o al menos trata una relación armónica y equitativa con las mujeres.

De acuerdo al discurso político e ideológico del Centro Juana Azurduy este tipo de masculinidad contestataria es el referente para para el trabajo con varones agresores, pues se pretende enfatizar las características de una masculinidad más equitativa.

b) Perspectiva de género

La perspectiva de género en lo referido a la violencia contra la mujer, analiza los factores sociales y estructurales que la mantienen y la promueven, permite comprender que las asimetrías de poder estructuran las relaciones sociales. De acuerdo a esta perspectiva la violencia es aprendida a través de la socialización, así, el tratamiento para hombres agresores debe enfocarse a “desaprender” esa conducta y colaborar en un proceso para que quienes maltratan a sus parejas comprendan que dicha conducta es inaceptable. Algunos temas a tratar en esta perspectiva son la identificación de los mandatos de género recibidos en la familia de origen, los roles y estereotipos de género; también hacer explícitas las desigualdades jerárquicas, el manejo del poder y del control en la relación de pareja; también se enfatiza en la corresponsabilidad de cada uno/a por su conducta (Saviñon, 2011).

c) Escuela educativa constructivista

La construcción del aprendizaje significativo, es decir, las personas participan en la acción de aprender desde su propia experiencia, diseñan parte de su propio conocimiento, no son sujetos pasivos en esa medida, lo que se aprende se hace significativo, pues parte de sí mismos.

En ese sentido también se consideran elementos culturales, ambientales, donde cada individuo aporta y construye nuevas realidades en interacción con el grupo incluyendo al facilitador con su propia experiencia, donde cada quien aporta y recupera aquello que considera de mayor importancia o significado.

d) Enfoque cognitivo – conductual

Este enfoque es fundamentado en las teorías del procesamiento de la información por el aparato psicológico y en el papel reforzador que la conducta tiene sobre el pensamiento del individuo. La terapia cognitiva – conductual enfoca sus procedimientos a la modificación de cogniciones distorsionadas o desadaptativas y así también a las conductas generadas por tales pensamientos y creencias.

5. Ejes temáticos del programa de intervención con hombres agresores de pareja

a) Cohesión grupal y motivación al cambio alianza terapéutica

Probablemente dos de los autores más influyentes en la concepción actual de la alianza terapéutica sean Bordin y Luborsky. El primero (Bordin, 1976) definió la alianza como el encaje y colaboración entre el cliente y el terapeuta e identificó tres componentes que la configuran: (a) acuerdo en las tareas, (b) vínculo positivo y (c) acuerdo en los objetivos. Las tareas se refieren a las acciones y pensamientos que forman parte del trabajo en el proceso terapéutico, de modo que la percepción de estas acciones o tareas como relevantes para la mejora es una parte importante del establecimiento de la alianza. También el acuerdo entre terapeuta y paciente respecto a cuáles son los objetivos a alcanzar con la psicoterapia, así como compartir mutuamente confianza y aceptación, son elementos esenciales para una buena alianza. A pesar de la importancia atribuida a la alianza terapéutica, Bordin (1980) afirmó que una alianza positiva no es curativa por sí misma, sino que es un ingrediente que hace posible la aceptación y el seguimiento del trabajo terapéutico (citado en Horvath y Luborsky, 1993).

En el trabajo con hombres agresores, el terapeuta debe establecer una relación caracterizada por el respeto y genuino interés de promover un cambio en el paciente, de esta manera se podrán superar resistencias con mayor facilidad.

Motivación al cambio

Prochaska, DiClemente, y Norcross, (1992), proponen el modelo transteórico del cambio comportamental, integra tres dimensiones interrelacionadas: estadios de cambio, procesos de cambio y niveles de cambio.

La estructura que interesa para el presente fin corresponde a los estadios de cambio, o fases de motivación a través de las cuales el individuo va avanzando (Norcross, Krebs, y Prochaska, 2011; Prochaska et al., 1988). Estos estadios son:

1) Precontemplación: el sujeto no es consciente de la presencia de un problema y, en consecuencia, no hay deseo de cambio.

2) Contemplación: aparece la conciencia de problema inicial y, con ella, un deseo de iniciar un cambio.

3) Acción: el sujeto realiza acciones claramente dirigidas a solucionar su problema y ya ha alcanzado algunos éxitos.

4) Mantenimiento: el individuo ha conseguido modificar su conducta y utiliza estrategias para evitar una recaída.

b) Construcción de identidad de género Masculinidades

Son configuraciones de prácticas estructuradas por las relaciones de género, que son inherentemente históricas y cuya construcción y reconstrucción es un proceso político que afecta el balance de intereses en la sociedad (Conell, citado en L. Ramírez y García Toro, 2002).

En ese sentido Conell plantea la existencia de 6 tipos de masculinidades o formas en que esta se construye y se ejerce con la confluencia de factores de orden personal, social, económico, etc.

En correspondencia con la coyuntura histórica y la circunstancia geográfica. Entre estos se destacan:

• Masculinidad hegemónica

Es la que domina por sobre otros tipos de masculinidad. Articula lo que socialmente se espera de los hombres con lo que institucionalmente se reproduce, en el sentido de establecer condiciones de dominación de los hombres hacia las mujeres. Coexiste con otras masculinidades no hegemónicas.

• Masculinidad contestataria o nueva masculinidad

Es aquella que cuestiona, desafía y rechaza activamente el modelo hegemónico. Las prácticas cotidianas de los hombres que escogen una masculinidad contestataria suelen ser diferentes.

c) Violencia en pareja

Leonor Walker en 1978 estableció la teoría que explica la dinámica cíclica de la violencia conyugal y la razón por la cual muchas mujeres se quedan atrapadas en dicha relación.

Este ciclo está compuesto por tres fases distintas que varían en tiempo e intensidad para cada pareja, y es denominado por la autora como “Ciclo de la Violencia”:

      • Fase uno: Acumulación de tensiones.
      • Fase dos: Explosión o incidente agudo.
      • Fase tres: Calma o tregua amorosa.

d) Identificación de pensamientos distorsionados en hombres agresores de pareja

Las distorsiones de pensamientos están implícitas en la comisión de conductas violentas, el objetivo de tales cogniciones es el de justificar y mantener las manifestaciones conductuales violentas, pues los perpetradores racionalizan sus acciones a través de la minimización, la negación o la atribución de culpa a los demás.

De acuerdo a las investigaciones (Henderson y Hewstone, 1984; Bowen, 2011; Lila, et. Al., 2012; Lila, et.al, 2008a) la presencia de distorsiones en el pensamiento se pueden categorizar fundamentalmente en la superioridad del varón sobre la mujer, creencias sobre el uso de violencia y concepción de la mujer.

A continuación, se detallan dimensiones de distorsión cognitiva que se presentan de forma recurrente en la experiencia de trabajo con hombres que ejercen violencia:

Dimensión de distorsiones cognitivas

Indicadores de pensamientos distorsionados

Superioridad del varón

  • Si se agrede a un hombre, resulta normal devolver la agresión.
  • El mito del superman.
  • En general la violencia de los agresores hace que las amenazas de los hombres sean más creíbles.
  • Los hombres son “superiores”.
  • Expectativas sobre las relaciones “el hombre como proveedor”.
  • Un hombre tiene derecho a elegir a los amigos o compañeros de su pareja.
  • Golpear a la pareja nada tiene que ver con ser un mal padre.
  • Alguien tiene que estar a cargo y ser la cabeza del hogar.
  • Control sobre la conducta de la pareja.
  • Tolerancia de la promiscuidad sexual del hombre y control de la pareja (la reputación del hombre depende de la conducta de la pareja ante los ojos de los otros varones).
  • Tolerancia ante el consumo de alcohol.
  • Derecho a demandar servicios domésticos de su pareja a tratarla con dureza y con abuso verbal.
  • El varón es responsable del honor y la integridad familiar.
  • Los hombres no deben mostrar debilidad (buscar ayuda implica debilidad).

Modo de entender la vio- lencia

  • El mal humor causa violencia.
  • Romper cosas no es agresión, es descargarse o desahogarse.
  • Los hombres maltratan a su pareja porque se sienten inseguros.
  • Un hombre no puede cambiar si su pareja no cambia.
  • Algunas veces no hay alternativas a la violencia “le tenía que pegar para que aprenda”.
  • Los hombres son celosos por naturaleza.

Concepción de la mujer

  • Las mujeres son manipuladoras.
  • Las mujeres ven a los hombres solo como fuente de dinero.
  • Las feministas odian a los hombres.
  • A las mujeres les gusta que los hombres las dominen.
  • Un hombre no puede cambiar si su pareja no cambia.
  • Las mujeres son tan violentas como los hombres.

Fuente: Citado en Navarro (2016)

e) Identificación de emociones y manejo de la ira y agresión

Una de las razones para mantener el control de la ira es que su expresión inadecuada puede desencadenar episodios de agresión. La ira se constituye en una emoción básica que implica elementos cognitivos, fisiológicos y conductuales.

Esta emoción genera afecto negativo pues implica la experimentación de displacer y promueve la activación fisiológica. Es importante considerar que durante el proceso de regulación y control de ira se deben diferenciar dos aspectos: experimentación de ira y expresión de ira, (Smith, 1994). La experimentación obedece a indicadores subjetivos como emociones asociadas y cogniciones caracterizadas por la hostilidad. Por otra parte, la expresión hace referencia a la manifestación de la conducta agresiva.

De acuerdo a Lochman y Wells (1996), el entrenamiento en manejo de la ira debe fundamen- tarse en los siguientes ejes:

        • Impedir las posibles ventajas secundarias derivadas de la presencia de reacciones de agresividad e ira (extinción, coste de respuesta, tiempo fuera, etc.).

        • Incrementar el reconocimiento de las señales fisiológicas que preceden a la ira.

        • Identificar los estímulos discriminativos que desencadenan la conducta agresiva.

        • Detener el impulso que pone en marcha la respuesta agresiva mediante autoinstrucciones.

        • Proporcionar habilidades sociales que permitan manejar las situaciones problemáticas de un modo más adaptativo.

        • Promover el empleo de estrategias de solución de problemas (identificación del problema, desarrollo de alternativas y elección de respuesta basándose en la anticipación de consecuencias).

f) Comunicación y resolución de conflictos en pareja Comunicación asertiva

La comunicación es un componente fundamental para el relacionamiento marital, en ese sentido el desarrollo adecuado de habilidades comunicativas desde la conducta asertiva se constituye en un factor protector de la relación.

El entrenamiento en asertividad es un tema ampliamente abordado desde la década de los 70, no existe un consenso en cuanto la definición de conducta asertiva sin embargo se puede identificar componentes fundamentales (Caballo, 1993).

      • Reconocimiento de las diferencias.

      • Dar y recibir cumplidos.

      • Iniciar y mantener conversaciones con otras personas.

      • Expresar sentimientos positivos y negativos.

      • Solicitar cambios de conducta de las otras personas.

      • Rechazar solicitudes irracionales de otros.

         

g) Prevención de recaídas en comportamientos violentos

De acuerdo a la experiencia en psicoterapia se contempla la posibilidad de que muchos de los cambios producidos durante el tratamiento no siempre son definitivos, por lo que podrían producirse retornos “imprevistos” a los comportamientos violentos.

Sin embargo, el objetivo de los tratamientos psicológicos es que los individuos puedan generalizar a su vida diaria los logros terapéuticos alcanzados durante el proceso y asimismo mantenerlos a lo largo del tiempo.

La prevención de recaídas tuvo sus inicios en el tratamiento de las adicciones, posteriormente el modelo se trasladó a la prevención de la reincidencia en comportamientos delictivos (Laws, 2001; Marlatt y Gordon, 1985), considerando los siguientes elementos:

      • Detección de situaciones de riesgo de recaída en el delito.

      • Prevención de decisiones aparentemente irrelevantes, que podrían significar mayor riesgo.

      • Adopción de respuestas de afrontamiento adaptativas.

a) Malla curricular y contenidos del programa de intervención con hombres agresores de pareja

Módulo 1

Módulo 2

Módulo 3

Módulo 4

Módulo 5

Módulo 6

Módulo 7

Cohesión grupal y motivación al cambio Construcción de identidad de género Violencia en la pareja Identificación de pensamientos distorsionados Identificación de emociones y manejo de la ira Comunicación y resolución de conflictos en la pareja Prevención de recaídas en comportamientos violentos.
Sesión 1 Sesión 2 Sesión 3 Sesión 4 Sesión 5 Sesión 6 Sesión 7 Sesión 8 Sesión 9 Sesión 10 Sesión 11 Sesión 12
Cohesión grupal y compromisos y acuerdos. Autoeficacia y apoyo social. Construcción de la identidad masculina y femenina. Ciclo de violencia Explicación de creencias y supuestos básicos, pensamientos automáticos y emociones sobre la violencia hacia la mujer. Discusión de pensamientos distorsionados Identificación de emociones. Ira y conducta violenta. Identificación de problemas recurrentes en la pareja. Delimitación e identificación de los problemas en la pareja. Factores de riesgo que pueden predisponer la conducta violenta Pautas de actuación de emergencia ante situaciones de riesgo.
Abordaje de ambivalencia con relación a la conducta violenta Establecimiento de objetivos de cambio. Masculinidad hegemónica Consecuencias de la violencia personales, en la mujer y la familia, psicosociales y jurídicas Identificación de pensamientos distorsionados sobre la violencia hacia la mujer. Generación de pensamientos alternativos / adaptativos. Señales corporales de la Ira. Habilidades para el manejo de la ira. Identificación de patrones de comunicación disfuncionales en la pareja Comunicación asertiva como estrategia para la resolución de conflictos
Nuevas masculinidades. Identificación de pensamientos distorsionados sobre la mujer. Grado de activación Regulación de las emociones disruptivas a través de la relajación.

b ) Diseño metodológico del programa de intervención para hombres agresores de su pareja

PRIMERA SESIÓN

Objetivos:

  • Presentación de participantes.
  • Asumir compromisos, reglas y valores.
  • Identificar claramente los problemas de los participantes (motivos por los que se encuentra realizando esta medida)
  • Favorecer el debate con el participante sobre los aspectos coherentes y los discordantes según su punto de vista
  • Ayudar al hombre a analizar las ventajas y desventajas derivadas de un posible cambio.

Temas y aspectos

ProcedimientoMateriales

Tiempo

Establecer rapport y encuadre.

1. Presentación – La pelota preguntona

El facilitador pide a uno de los participantes que se presente mencionando su nombre y uno de los mejores momentos de su vida, luego, le pide que lance la pelota a alguno de los compañeros del grupo para que haga lo mismo, y así sucesivamente, hasta que todos se hayan presentado.

Pelota pequeña 20 min.

2. Socialización del plan

El facilitador explica brevemente en que consiste el plan psicoterapéutico:

  • Objetivos del proceso psicoterapéutico.
  • Tiempo de duración.
  • Importancia para el desarrollo personal.
  • Implicancia del incumplimiento de asistencia en el ámbito jurídico.

Papelógrafo / pizarra

Marcadores

15 min.

3. Reglas y valores

A través de una “Lluvia de Ideas”, el facilitador junto a los participantes acuerda las reglas y valores que consideren esenciales para el desarrollo del proceso.
El facilitador se encarga de guiar esta dinámica y anotará los acuerdos en un paleógrafo, el cual debe mantenerse visible en el salón hasta el final del proceso.

Paleógrafo/pizarra

Marcadores

15 min.
Compromiso de participación.

4. Contrato de participación

El facilitador solicita a los participantes qué, con puño y letra, redacten en una hoja su compromiso de participación en las sesiones para asumir las reglas y valores del grupo, al final del contrato el participante firmará y pondrá su nombre.

En el área rural, el facilitador deberá contar con hojas con el compromiso previamente redactado y hará firmar a cada uno de los participantes, resaltando la necesidad de establecer un compromiso con el proceso.

Hojas de colores

Bolígrafos

20 min.

Motivación al cambio

Ambivalencia sobre la conducta violenta

5. ¿Hay algo que cambiar?

A través de la técnica “el balance motivacional” el facilitador planteara previamente al abordaje de la conducta violenta, el ejemplo de la “conducta de beber alcohol” para contextualizar la dinámica entre los participantes.
El facilitador dará la siguiente consigna: “imaginen que una persona tiene problemas con el consumo de alcohol”, entonces se realizarán las siguientes preguntas al grupo;

  • ¿Cuáles son los beneficios de no cambiar?
  • ¿Cuáles son los beneficios de cambiar?
  • ¿Cuál es el costo de no cambiar?
  • ¿Cuál es el costo de cambiar?

NO CAMBIO

CAMBIO

BENEFICIOS

  

COSTOS

  

En consecuencia, el facilitador doblará un papelógrafo en cuatro partes y asignará a cada espacio el siguiente formato, anotando en cada uno las respuestas emitidas por el grupo:
Una vez lograda la asimilación de la técnica, el facilitador repartirá a cada participante una hoja tamaño oficio doblada en cuatro con la impresión del formato planteado.

En seguida se solicitará a los participantes que escriban su nombre en la parte superior de la hoja y el facilitador dirá la siguiente consigna, “ahora cada uno de ustedes de manera personal debe escribir ideas cortas y comprensibles de acuerdo a las siguientes preguntas”

– ¿Cuáles son los beneficios de NO cambiar la conducta violenta? (escribir en el primer espacio).

– ¿Cuáles son los beneficios de cambiar la conducta violenta? (escribir en el segundo espacio).

– ¿Cuáles son los costos de NO cambiar la conducta violenta? (escribir en el tercer espacio).

– ¿Cuáles son los costos de cambiar la conducta violenta? (escribir en el cuarto espacio).

Reflexión: Una vez concluida la técnica el facilitador enfatizara los beneficios de modificar la conducta violenta, reconociendo que para generar dicho cambio los participantes ya se enfrentan a costos de diferente índole, en este sentido se debe reforzar que la presencia en las sesiones es un costo que se convertirá en un beneficio posterior.

Papelografo
Maskin
Marcadores de dos colores
Hojas tamaño oficio impresas (ver anexos)
Bolígrafos
80 min.
Cierre

6. Cierre

Se agradece a los hombres su participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.
Se recomienda que al momento de la despedida, el facilitador promueva un apretón de manos entre los participantes.

 10 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

  • Para un adecuado encuadre se deben establecer normas/reglas internas del grupo que sean reales y puedan ser cumplidas por la mayoría de los integrantes.
  • Una regla obligatoria para el grupo es “no ejercer violencia contra sus parejas, hijas/os u otra persona” aclarando que de suceder una situación de violencia contra otra persona será únicamente responsabilidad de los participantes.
  • Se debe aclarar que la “confidencialidad” es un valor del grupo que debe ser respetado por los participantes, pero que el facilitador tiene excepciones, debido a que la información en cuanto a desempeño, estado de asistencia o contenidos desarrollados puede ser solicitada por alguna instancia judicial a la que se debe responder.
  • Se debe aclarar que el espacio está orientado prioritariamente para tratar la violencia contra las mujeres.
  • En esta fase del proceso terapéutico es común identificar entre los participantes una baja asunción de la responsabilidad, pues atribuyen los hechos de violencia a factores externos como: alcohol (“sucedió cuando habíamos bebido”), sistema judicial – legal (“la asesoraron mal y por eso me denunció”; “las leyes son las culpables, ahora todo es violencia contra la mujer”) o el comportamiento de la mujer (“ella también me agredió”). En este caso es importante que el facilitador confronte a los participantes con que la violencia no es un solo hecho aislado que ocurrió una vez, sino que existen además otras formas de violencia y que cada uno debe ser autocrítico para reconocer ¿Por qué son responsables de lo ocurrido? Sin recurrir a justificaciones externas.
  • Al momento de abordar la motivación al cambio se debe enfatizar que el principal problema sujeto a cambio es “el comportamiento violento”.

SEGUNDA SESIÓN

Objetivos

  • Incrementar la autoeficacia
  • Establecer objetivos terapéuticos para el cambio.
Temas y aspectosProcedimientoMaterialesTiempo
Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo trabajado.

Papelógrafos

Marcadores

30 min.
Incremento de la autoeficacia percibida

2. ¿Hay algo que me ayude a cambiar?

A través de la técnica “el termómetro de la autoeficacia” el facilitador pide a los participantes lluvia de ideas en las que cada participante enumerará todas las acciones que cree que pueden ayudarle a realizar el cambio que se propone, para esto se les proporcionará una hoja impresa donde deberán registrar hasta un máximo de 10 acciones.

El facilitador puede recurrir a la siguiente consigna:

  • “qué cosas creen que podrían hacer para lograr el cambio sobre el problema de la violencia”

Algunos ejemplos pueden ser:

  • “dejar de beber alcohol”
  • “aprender a controlarme”
  • “pensar antes de actuar”

Para cada una de estas opciones, se valorará su percepción de éxito mediante un termómetro donde: 0 significa totalmente incapaz y el 10 significa totalmente capaz, en consecuencia el participante deberá pintar el espacio correspondiente al número que considere acorde, a continuación se ejemplifica el termómetro planteado para la presente técnica:

Acción 1: Dejar de beber

Totalmente Incapaz                                          Totalmente capaz

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

Hojas impresas con el termómetro de la autoeficacia

Bolígrafos

Marcadores

Pizarrón

80 min.
Incremento de la autoeficacia percibidaSe intentará que las acciones propuestas por los participantes sean exigentes, pero, al mismo tiempo, realistas y específicas.
Una vez completado el llenado de acciones, el facilitador pedirá a cada participante que identifique las acciones con las que se siente menos capaz, y a través del diálogo motivacional el facilitador ayudará al participante a identificar las experiencias que le llevaron a sentir la ineficacia, sin embargo enfatizará las veces en las que el participante logró éxito en las situaciones en las que se percibe como ineficaz.

Hojas impresas con el termómetro de la autoeficacia

Bolígrafos

Marcadores

Pizarrón

80 min.
Establecimiento de objetivos terapéuticos

3. Objetivos terapéuticos del grupo

El facilitador solicitará a los participantes que en función a las acciones que identificaron en la técnica anterior, puedan indicar que les gustaría lograr durante el proceso terapéutico.
Es posible que durante esta etapa los participantes planteen objetivos ajenos al programa por ejemplo; “dejar de beber” en este caso el facilitador deberá encuadrar y contextualizar las intervenciones hacia los contenidos que se desarrollan en el presente programa.

El facilitador deberá escribir los objetivos propuestos por los participantes en un papelógrafo, puesto que podrá ser consultado con posterioridad para ver el proceso del programa.

Importante: El facilitador debe estar atento a que los objetivos sean concretos, pero por sobre todo reales, se debe evitar objetivos demasiado ambiciosos, por ejemplo;

Objetivo irreal: Evitar enojarme.
Objetivo real: Aprenderé a identificar y expresar mis emociones negativas y positivas.

Marcadores

Papelografo

60 min.
CierreSe agradece a los participantes la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión. 20 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

  • En función a la sesión anterior se debe recalcar los beneficios del cambio del problema del “comportamiento violento”, denotando además que cada participante ya cuenta con algunas estrategias adecuadas para el manejo de problemas en la relación de pareja.
  • Se recomienda descomponer el “comportamiento violento” en indicadores cognitivos (pensamientos distorsionados, creencias de infidelidad, expectativas distorsionadas sobre el rol de la mujer en una relación de pareja), emocionales (celos, desconfianza, ira, frustración, angustia, irritabilidad, ansiedad) conductuales (golpes, gritos, insultos, amenazas, control, comentarios sarcásticos) y fisiológicos (tensión muscular, temperatura corporal, rigidez de algunas partes del cuerpo).
  • Durante la ejecución de la técnica “el termómetro de la autoeficacia” se debe motivar a los participantes denotando que el cambio de elementos concretos como el manejo de emociones, el cambio de pensamientos sobre la mujer y el manejo de conductas desadaptativas permitirá lograr un cambio mayor.
  • Así también, es importante que el facilitador permita que los participantes identifiquen estrategias propias que les permitieron en el pasado superar situaciones estresantes en pareja, permitiendo que los usuarios sean conscientes de la existencia de experiencias previas de éxito en el manejo de conductas inadecuadas.

TERCERA SESIÓN

Objetivos

  • Identificar el sistema bajo el cual se construyen la identidad masculina y femenina.
  • Identificación de la masculinidad hegemónica y nuevas masculinidades.

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafos

Marcadores

20 min.

Ámbitos de las relaciones de género:

  • Reproducción y producción (ámbitos público y privado).
  • Sistema patriarcal y masculinidad hegemónica.

2. Proyección de cortometraje

Se acomoda a los participantes para proyectar el cortometraje “Girl and Boy”, con la temática de construcción de roles e identidad de género y sistema patriarcal.
Los grupos asignados en la anterior técnica son analizados bajo las siguientes preguntas:

  • ¿Qué significan el color rosado y el celeste?
  • ¿Qué representan el mandil y la corbata?
  • ¿Qué representa la línea divisoria?
  • ¿Quién o quiénes representan la mano?

El facilitador recoge todas las opiniones e ideas de los participantes en plenaria, redondea ideas entorno al sistema patriarcal en relación a la mano que aparece en el cortometraje.
Luego expone los principales elementos de la masculinidad hegemónica, mandatos, privilegios, e instituciones que sostienen el sistema patriarcal.

Data Display

Papelógrafo

Cortometraje: “Girl and Boy”

Marcadores

50 min.

Construcción de la identidad masculina y femenina (masculinidad hegemónica, roles y estereotipos de género).

3. La silueta

Se pide dos voluntarios para iniciar la técnica. Se pegan dos papelógrafos unidos en el piso y se da la siguiente consigna: “quisiera que uno de ustedes se recueste sobre los papelógrafos y el otro dibuje el contorno de su silueta”. Se debe tener dos siluetas, de un hombre y una mujer (se sugiere que el facilitador asigne a una de las siluetas una vez terminada una característica femenina, por ejemplo; cabello largo).

Cada participante recibe cuatro tarjetas de dos colores, en dos tarjetas de un color anotan mandatos referidos al hombre y en las demás mandatos referidos a la mujer, bajo la siguiente consigna, “en dos tarjetas deben escribir como te han dicho que debe ser un hombre (por ejemplo, los hombres no lloran porque son machos)” y en las dos tarjetas restantes se debe pedir que escriban bajo la siguiente consigna “como te han dicho que debe ser una mujer (por ejemplo, las mujeres deben saber cocinar)”. El facilitador debe enfatizar que los participantes describan los roles de género a través de esta técnica.

Luego, cada participante leerá en voz alta sus tarjetas e irá colocándolas sobre la silueta correspondiente.

Reflexión: Se desarrolla una reflexión en torno a todas las respuestas posicionando que el “ser mujer” y “ser hombre” es un aprendizaje producto de la construcción social y cultural a través de los mandatos de género.

Papelógrafos

Marcadores

Maskin

Tarjetas de cartulina

60 min.

4. Yo como padre

Los participantes se colocan en círculo. El facilitador de la consigna: “Quiero que uno de ustedes recuerde a su padre o a cualquier otro hombre que haya ejercido ese rol en su familia”.
Luego instruye que dividan las hojas en tres partes. En cada una responden las siguientes preguntas:

  • ¿En qué te pareces a tu padre?
  • ¿En qué no te pareces a tu padre?
  • ¿Qué le criticarías a tu padre?

Luego se forman parejas para que compartan lo escrito.
De forma voluntaria algunas parejas comentan sobre lo conversado.
El facilitador debe mediar esta técnica, poniendo atención a lo manifestado, legitimando lo positivo.
Para cerrar la técnica, a partir de las respuestas, el facilitador reflexiona sobre la herencia cultural que recibimos de nuestros padres, y sobre la paternidad responsable e irresponsable y sus consecuencias.

Papelógrafo

Marcadores

Hojas bond tamaño carta

40 min.

Cierre

5. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión, enfatizando las desventajas de los mandatos sobre los roles de género, promoviendo la creación de un nuevo perfil de masculinidad (Nuevas masculinidades).

 

10 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

  • Durante esta sesión se debe promover el debate identificando los mandatos del patriarcado asignados a mujeres y hombres.
  • Es posible que los participantes expresen cierta resistencia inicial para identificar los mandatos y traten de normalizar los mismos, en ese sentido el facilitador deberá contextualizar a través de ejemplos los perjuicios que implican tales mandatos.
  • Se podrán plantear los siguientes mandatos para su cuestionamiento; labores de casa, cuidado de los hijos, cuidado del hogar, el hombre como proveedor, etc.
  • Para lograr un mayor nivel de identificación de mandatos patriarcales el facilitador puede recurrir a preguntas como ¿Cómo han sido las relaciones de pareja en tu familia? ¿Qué deben hacer las mujeres y hombres en tu familia? ¿Qué piensan las personas cuando ven a un hombre que participa activamente del cuidado de la familia?, ¿si tuvieras una hija cómo quisieras que viva en pareja?

CUARTA SESIÓN:

Objetivos:

  • Identificación de las características de la violencia en la pareja.
  • Lograr que los participantes reconozcan que ejercen violencia contra sus parejas.

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en el anterior sesión, el facilitador escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafos

Marcadores

5 min.

Características de la violencia.
Tipos de violencia Ciclo y escalada de la violencia.

2. Proyección de película “Te doy mis ojos”

Se dispone a los participantes con vista a la pantalla para que vean la película “Te doy mis ojos”.
Luego de ver la película se pide a los participantes que describan las características de los personajes principales y las características de la violencia, el facilitador anota en un papelógrafo las opiniones; en función a las apreciaciones de los participantes, se puntualiza y expone los cuatro tipos de violencia contra la mujer: física, psicológica, económica y sexual.

Después se dispone a los participantes en círculo, al medio del círculo se distribuyen los cuatro tipos de violencia que están impresos o anotados en hojas bond de colores, cada violencia tiene un color.
El facilitador pide a cada participante que mencione su nombre y relate en primera persona algún hecho violento que haya cometido contra su pareja siguiendo la lógica de la siguiente frase:

– Yo, (nombre………………) he cometido violencia (tipo de violencia) ……………contra mi pareja.

Es importante que el facilitador tenga la capacidad de motivar a los participantes para realizar la técnica, sin embargo si un hombre no quiere participar de la misma, se debe respetar su decisión.

Data display

Equipo de sonido Película “Te doy mis ojos”

Hojas de color, donde están impresos los cinco tipos de violencia básicos de género.

90 min.

Consecuencias personales, en la mujer y en la familia.

3. El mundo al revés

El facilitador entrega tarjetas a cada participante.
Se da la siguiente consigna:
– “Reflexionen y escriban las respuestas a las siguientes preguntas:” ¿Cómo se siente una persona después de haber agredido a su pareja? ¿Cómo creen que se siente la víctima producto de la violencia de género? Después el facilitador recoge las tarjetas, las lee junto al grupo, para que el usuario reflexione sobre el hecho violento cometido, desde el lugar de la víctima.
En el caso del área rural, el facilitador lee las preguntas a cada participante y las anota en un papelógrafo.

Tarjetas de colores tamaño 15 x 10 cm.

Bolígrafos.

30 min.

4. Consecuencias de la violencia

En base a la primera actividad de la sesión, el facilitador junto a los participantes analizará las consecuencias que tuvieron sus conductas violentas, se hará énfasis en las consecuencias psicológicas, legales, sociales y médicas. Y por último se escoge la vivencia de uno de los participantes, relatada anteriormente, para ejemplificar las etapas del ciclo de la violencia.

Papelógrafo

Marcadores

Gráfico del ciclo de la violencia

20 min.

Cierre

5. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.

 

5 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

– El facilitador deberá promover la construcción del concepto de “violencia” desde la experiencia de los participantes, logrando de esta manera identificar indicadores de los tipos de violencia.

– Es importante que en función a la película “Te doy mis ojos” se sensibilice a los participantes logrando identificar el ciclo de violencia, la incidencia de la violencia sobre la mujer y las características del agresor.

– El facilitador deberá explicar además ejemplificar los diferentes tipos de violencia, considerando también los grados de violencia, vale decir manifestaciones sutiles hasta evidentes conductas de maltrato y agresión.

– Se debe considerar que durante la ejecución de la técnica el “mundo al revés” se pretende que los participantes logren empatizar con las mujeres en situación de violencia, en ese sentido se puede esperar cierto grado de resistencia.

– En cuanto a las consecuencias de la violencia, el facilitador deberá demarcar las áreas de análisis, legal, social y médica, enfatizando que de suceder un nuevo hecho de violencia las consecuencias resultantes serán únicamente responsabilidad de cada usuario.

QUINTA SESIÓN:

Objetivos:

  • Identificar pensamientos distorsionados sobre los roles de género y la inferioridad de la mujer.
  • Identificar pensamientos distorsionados sobre la legitimación de la violencia.

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en el anterior SESIÓN, el facilitador escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafos

Marcadores

20 min.

Explicación del comportamiento violento desde la influencia de las cogniciones.

2. Pensar, sentir, actuar

El facilitador, hará una explicación de los componentes del comportamiento violento: pensamientos, emociones y conductas.
Para lograr esto el facilitador, dibujará un triángulo en una pizarra o un Papelógrafo emplazando el siguiente gráfico:

Donde:

  • P= Pensamientos
  • C= Conducta
  • E= Emoción

La importancia de este ejercicio es el de identificar la lógica de la dinámica del pensamiento, la conducta y la emoción y su influencia mutua, considerando además los estresores ambientales.
A través de un ejemplo el facilitador pedirá a uno de los participantes que describa la última situación conflictiva que tuvo con su pareja, en consecuencia se identificaran en este ejemplo los componentes desde el modelo cognitivo.

Y enfatizará la influencia que tiene el pensamiento distorsionado en la generación de emociones y conductas desadaptativas, disfuncionales o violentas.

Papelógrafo

Marcadores

60 min.

Identificación de la situación, pensamiento – emoción – conducta violenta.

3. “Testimonio de un golpeador”

El facilitador lee el testimonio de un caso de violencia de género, a partir del cual identifica la situación, los pensamientos vinculados a la situación y la emoción – conducta asociados a la conducta violenta.
El testimonio es el siguiente:

“Tuve un problema en carnaval, llegué tomado a mi casa, y discutí con mi esposa. Luego ella sentó una denuncia porque la había golpeado mucho y según ella quería matarla… eso es lo que les dijo a los jueces y le creyeron, además estuvo internada en el hospital.

Ya estuve antes en la cárcel por un breve tiempo, por un tema relacionado con la Ley No 1008… y no quería volver otra vez… no quería, además separarme de mis hijos ya durante tanto tiempo, casi dos años.

Ahora les voy a demostrar quién soy, me iré a trabajar a las minas, ya lo tengo todo planeado, confío en que ahí ganaré dinero y recuperaré a mi familia. Aunque ahora lo perdí todo, estoy consiguiendo de a poco desde cubiertos, tazas, para rehacer mi vida, aunque me duele no estar con mis hijos y no darles todo lo que ellos quieren”.

El facilitador realiza señalamientos dirigidos a evidenciar que el comportamiento violento en contra de sus parejas es producto de una situación (estímulo) que puede frenarse y no dar como resultado una situación violenta, sino que al ser ellos los gestores de su comportamiento, existe la posibilidad de modificarlo mediante el cambio o sustitución de pensamientos, gestión adecuada de emociones y generación de nuevas conductas más adaptativas.

Posteriormente el facilitador dará la siguiente consigna:

Pizarra y marcadores

Hojas tamaño carta de colores divididas en tres

Bolígrafos

Testimonio

90 min.

Identificación de la situación, pensamiento – emoción – conducta violenta.

  • “Cada uno de ustedes identifique una situación problemática que hayan tenido recientemente con su pareja, y recuerden exactamente qué es lo que pasó, cómo actuaron ustedes, qué sintieron y qué pensaron frente a esa situación”.

Luego, el facilitador proporciona a cada uno de los hombres, una hoja bond dividida en tres columnas, donde cada hombre debe plasmar en el papel el conflicto recordado, organizado de la siguiente manera:

  • A: Situación, los hechos, sucesos ocurridos en la situación conflictiva que recordaron.
  • B: Pensamiento, las ideas, creencias o interpretación de los hechos que tuvieron durante la situación conflictiva.
  • C: Emoción-conducta, las emociones, sensaciones físicas y las acciones que se dieron en la situación vivida.
    Luego, se pedirá a cada uno de los participantes que comparta con el resto grupo el ejercicio realizado en su hoja.
  • En cada intervención, el facilitador deberá proponer y motivar a la propuesta por parte de los hombres, de alternativas de pensamientos más adaptativos que proporcionaran alternativas en su conducta, con el fin de que esa información sea puesta en práctica.

Pizarra y marcadores.

Hojas tamaño carta de colores divididas en tres.

Bolígrafos.

Testimonio

90 min.

Cierre

4. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.

 

10 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

– Durante el desarrollo de la quinta y sexta sesión el facilitador debe solventar resistencias relacionadas con la capacidad de comprensión de los participantes, esto debido a que muchos de ellos presentan un nivel básico de lectoescritura.

– Para superar exitosamente el inconveniente antes mencionado es importante que el facilitador pueda ejemplificar situaciones problemáticas de interelacionamiento de pareja, esto en función al contexto de los participantes.

– Es importante que desde el desarrollo de la quinta sesión se procure la comprensión en los participantes de la lógica de la técnica, donde (A) una situación de conflicto con la pareja, involucra necesariamente la generación de pensamientos (B), que posteriormente conllevan a la experimentación de emociones negativas y la realización de determinadas conductas (C). Por ejemplo, A: la esposa no contesta el celular, B: el esposo piensa que se comete infidelidad “seguro se ve con otro hombre” C: el esposo siente ira, inseguridad y miedo a ser abandonado y va en busca de su esposa para corroborar la supuesta infidelidad.

– Se recomienda que previamente a la ejecución de ambas sesiones el facilitador se informe con relación a los fundamentos de la terapia racional emotiva y a la terapia cognitiva-conductual.

– Es importante que, durante el desarrollo de la técnica de la sexta sesión, el facilitador enfatice en la generación de pensamientos adaptativos ante situaciones problemáticas. Por ejemplo, “no contestó el celular porque pudo ser que no logró escuchar”.

SEXTA SESIÓN:

Objetivos:

  • Generar pensamientos adaptativos sobre la mujer.
  • Generar pensamientos reales sobre el ejercicio de la violencia.

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafos

Marcadores

20 min.

Identificación de pensamientos y conductas desadaptativas.

2. Identificación de alternativas

Se debe pedir a los participantes que identifiquen una situación conflictiva con su pareja (la que les llevó a la situación actual) y escriban en el cuadro de identificación de alternativas.
El facilitador enfatizará la técnica de acuerdo a la estructura del formulario (registro de pensamientos), es decir;

  • Situación o contexto
  • ¿Dónde estabas?
    ¿Qué hacías?
    ¿Quién estaba?

Emoción
¿Qué sentías en aquellos momentos? (evalúa la intensidad de la emoción de 0-100%)

Pensamientos automáticos
¿Qué pasa por tu mente justo en el momento? ¿Cuál es el pensamiento que más te preocupa?

Evidencia a favor de estos pensamientos
¿Cuál es el motivo o razón para que pienses de esa manera?

Evidencia que no da apoyo a estos pensamientos
¿Cuáles son las desventajas o las consecuencias de pensar de esa manera?

• Identificar otras alternativas
¿Existe una alternativa al comportamiento que vas realizar? (evalúa cuánto crees en este pensamiento 0-100%)
¿Podrias proponer otro tipo de pensamiento que te haga sentir mejor?

Una vez identificados los contenidos el facilitador trabajará con cada uno de los casos de los participantes. Exponiendo los casos al grupo y ayudando a identificar los pensamientos y emociones asociadas a la situación conflictiva, asimismo el facilitador confrontara los pensamientos sesgados a través del diálogo socrático con los participantes, basándose en los siguientes lineamientos.

  • Se describen 5 aspectos donde el terapeuta puede aplicar la mayéutica por medio de preguntas empíricas que inicien el proceso dialéctico.
  • 1. La petición de pruebas que mantienen los pensamientos o creencias disfuncionales.
    P.e “¿Qué pruebas tiene para creer que…? ¿Hay alguna prueba de lo contrario?”
  • 2. Indagar las alternativas interpretativas a los pensamientos o creencias disfuncionales.
    P.e “¿Podría haber otra interpretación distinta para ese suceso?”, “¿Podría haber otra forma de ver esa situación?”.
  • 3. Explorar las consecuencias emocionales de mantener los pensamientos o creencias disfuncionales. P.e “¿A qué le lleva pensar eso? ¿Le ayuda en algo?”.
  • 4. Comprobar la gravedad de las predicciones negativas P.e “¿Qué posibilidades hay de que ocurra eso? ¿Suponiendo que ocurriese cuánto durarían sus efectos? ¿Podría hacerse algo?”.
  • 5. Conceptualizar pensamientos o supuestos vagos en su formulación: P.e “¿Qué quiere decir con…?”

Hojas impresas con el registro de pensamientos.

Marcadores.

150 min.

Cierre

3. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.

 

10 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

– Durante el desarrollo de la quinta y sexta sesión el facilitador debe solventar resistencias relacionadas con la capacidad de comprensión de los participantes, esto debido a que muchos de ellos presentan un nivel básico de lectoescritura.

– Para superar exitosamente el inconveniente antes mencionado es importante que el facilitador pueda ejemplificar situaciones problemáticas de interelacionamiento de pareja, esto en función al contexto de los participantes.

– Es importante que desde el desarrollo de la quinta sesión se procure la comprensión en los participantes de la lógica de la técnica, donde (A) una situación de conflicto con la pareja, involucra necesariamente la generación de pensamientos (B), que posteriormente conllevan a la experimentación de emociones negativas y la realización de determinadas conductas (C). Por ejemplo, A: la esposa no contesta el celular, B: el esposo piensa que se comete infidelidad “seguro se ve con otro hombre” C: el esposo siente ira, inseguridad y miedo a ser abandonado y va en busca de su esposa para corroborar la supuesta infidelidad.

– Se recomienda que previamente a la ejecución de ambas sesiones el facilitador se informe con relación a los fundamentos de la terapia Racional Emotiva y a la Terapia Cognitiva Conductual.

– Es importante que, durante el desarrollo de la técnica de la sexta sesión, el facilitador enfatice en la generación de pensamientos adaptativos ante situaciones problemáticas. Por ejemplo, “no contestó el celular porque pudo ser que no logró escuchar”.

SÉPTIMA SESIÓN:

Objetivos:

  • Identificar emociones.
  • Reconocer los estímulos, circunstancias o situaciones que producen estrés y son generadores de frustración, identificando el momento en el que se debe actuar para evitar actos de violencia.

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafo

Marcadores

20 min.

Identificación de emociones

2. Identificación de emociones

A través de la técnica de Lluvia de ideas se recogen opiniones de los participantes sobre las emociones bajo la siguiente consigna:
“Quisiera que compartan qué es una emoción para ustedes”. Las respuestas serán anotadas en un papelógrafo o pizarra. El facilitador debe recoger las opiniones e integrarlas en una definición de lo que es la emoción integrando los componentes fisiológicos, cognitivo y conductual.

Luego, se forman cuatro grupos de trabajo, se asigna una emoción básica a cada uno: alegría, miedo, ira, tristeza, bajo la siguiente consigna: “cada grupo debe crear una definición de la emoción asignada y analizar los componentes fisiológicos y conductuales de la emoción correspondiente” en otras palabras se puede recurrir a la pregunta ¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando sientes miedo, ira, alegría o tristeza? ¿Qué haces cuando sientes esas emociones?

Ejemplo:
Emoción miedo:
– Componente fisiológico: palpitaciones, sudoración, opresión en el pecho
– Componente conductual: evitar, paralizarse, correr, escapar, gritar.
Al concluir, cada grupo de deberá presentar su trabajo realizado al conjunto, el facilitador debe hacer las señalizaciones necesarias.

Papelógrafo

Marcadores

60 min.

Estímulos generadores de estrés – frustración. Señales corporales de la violencia y la ira. Grado de activación fisiológica.

3. Conociéndome

El facilitador pide a cada participante que exprese verbalmente cómo se siente cuando algo no le sale bien, ya sea en su vida o en su relación de pareja, de esta manera el facilitador le enseña a identificar situaciones o estímulos que le generan estrés y frustración.

Después junto al facilitador reconocen las señales o signos físicos antes de la agresión a través de la siguiente técnica:
– Se pega dos o tres papelógrafos unidos en el suelo pidiendo a uno de los participantes que se recueste sobre los papelógrafos y que otro de los participantes dibuje su silueta.
– En la silueta dibujada cada participante indica la parte de su cuerpo que se ve afectada cuando siente ira.
– Luego, cada participante añade un color representativo del nivel de activación a la parte de su cuerpo afectada, en base al gráfico de un termómetro compuesto de tres colores, donde:

  • amarillo representa alerta de inicio de agresión,
  • naranja representa incremento de agresión,
  • rojo representa explosión de agresión.

En círculo, el facilitador debe profundizar la reflexión sobre las etapas de acumulación de tensión y explosión de ira que llevan a la violencia, en base a las características personales y comunes representadas en la silueta y el momento en el que debe actuarse, a través del termómetro, para tomar control de la situación.

Marcadores.

Pizarra o papelógrafo.

Gráfico de un termómetro dividido en tres colores: amarillo, naranja y rojo

60 min.

Comprensión de emociones

4. Teatro de emociones

A través de esta técnica se refuerza y trabaja el reconocimiento de emociones. Se pide a cada participante que dramatice una emoción que el facilitador elegirá y le dirá de manera secreta, el resto de los participantes tiene que adivinar cuál es la emoción que se está escenificando.

El facilitador puede ir escogiendo algunas de las dramatizaciones y pedirle al participante que comente cómo siente esa emoción y en qué situaciones.

 

50 min.

Cierre

5. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.

Ninguno

10 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

– Se debe considerar que gran porcentaje de los participantes no tienen conciencia innata de los signos precedentes a sus emociones, por lo que la intervención inicial durante este módulo debe dirigirse a identificar dichos indicadores.

– En primera instancia el facilitador debe puntualizar que el objetivo de este módulo es el regular de mejor manera la expresión del enojo, y no evitar enojarse o expresar esta emoción.

– Es común que los participantes arraiguen la idea de “es mejor callarse y no decir nada” por lo que el facilitador debe puntualizar que la expresión de emociones es paulatina y gradual, sin necesariamente llegar a la explosión.

– En ese sentido, el facilitador podrá exponer algunos de los principales factores estresores para la acumulación de tensión, por ejemplo, dificultades laborales, problemas de relacionamiento interpersonal, dificultades en la crianza y manejo conductual de los hijos, dificultades económicas, insatisfacción de necesidades básicas, etc.

– Durante la identificación de estrategias para la regulación emocional, el facilitador debe promover la valoración y pertinencia de las mismas entre los participantes, es decir qué estrategias son más útiles y en qué contextos.

– Al finalizar el módulo el facilitador podrá invitar a los participantes a poner en práctica las estrategias planteadas en situaciones cotidianas para evidenciar el nivel de eficacia.

OCTAVA SESIÓN:
Objetivos:

  • Desarrollar habilidades para el manejo de la ira.

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafo

Marcadores

20 min.

Reforzar la identificación de la ira.

2. La ira

A través de una Lluvia de ideas, el facilitador pide a los participantes que manifiesten lo que conocen sobre la emoción de la ira. Tomando en cuenta las opiniones, el facilitador realiza una exposición sobre las principales características y respuestas de la ira, enfatizando en que, si no hay un control de la misma, se puede manifestar de forma muy desproporcionada y agresiva. El facilitador, después de la explicación realiza preguntas a los participantes de cuándo han sentido esta emoción y describan la situación y sus respuestas a nivel cognitivo, fisiológico y conductual. Se finaliza realizando una reflexión sobre la importancia que tienen los pensamientos para el control de las respuestas de ira.

 

40 min.

Ira como emoción asociada a la violencia contra la pareja. Diferencia entre tensión – relajación. Método de relajación progresiva de Jacobson.

El facilitador procede a pedir a cada participante que repiense el acto violento que ha cometido y qué estrategia cree que le podría servir en un momento de crisis donde puede comportarse violento con su pareja u otra persona.

3. Relajación

Los ejercicios corporales tienen un efecto positivo en el cuerpo y la mente, estos pueden ser: ejercicios de relajación, estiramiento, equilibrio, coordinación, empoderamiento, percepción/conciencia sensorial, fortalecimiento, (auto)-masajes e imaginaciones.

Para iniciar, se dará la siguiente consigna (10 minutos):

– “Quisiera que se sienten cómodos, con la espalda apoyada en la silla, las piernas y los pies deben estar apoyados en el piso, las manos sobre los muslos.
– Vamos a cerrar los ojos, vamos a introducir aire por la nariz y luego lentamente lo vamos a sacar por la boca, imaginando que soplamos una vela y que no debemos apagarla. Este ejercicio lo repetimos cinco veces.
– Ahora, lentamente, vamos a reconocer las partes de nuestro cuerpo. Empezamos por nuestros pies, perciban el apoyo de nuestros pies en el suelo, vamos subiendo por nuestras pantorrillas, luego pasamos por las rodillas, y llegamos a los muslos. Reconozcamos nuestras piernas que a veces están tan cansadas por caminar.
– Vamos a continuar, pasamos por los glúteos derecho, izquierdo. Sigan paseando por toda su espalda, el centro, el lado derecho, izquierdo y noten como toda la espalda toca en la silla.
– Ahora vamos a las manos, la derecha, la izquierda. Suban por su muñeca hacia su codo, la parte superior del brazo y el hombro. Noten que con los brazos podemos crear, podemos trabajar, dar cariño o golpear.
– Ahora vamos a sentir el cuello, podemos hacer movimientos circulares y sentir la cabeza.
– Sentimos el cuerpo entero desde los pies hasta la cabeza.

A continuación, les pedimos abrir los ojos lentamente, para continuar con ejercicios de tensión – distensión para la nuca, la espalda y las manos que se puedan utilizar para tranquilizarse en momentos en los que se sientan tensos:

Música

Reproductor de CD

70 min.

Ira como emoción asociada a la violencia contra la pareja. Diferencia entre tensión – relajación. Método de relajación progresiva de Jacobson.

Se da la siguiente consigna:
– Vamos a levantar los hombros lentamente hasta tocar las orejas y sentir la tensión, luego relajarlos con calma y volver a subir lentamente, esto repetirlo tres veces.
– Luego, subir los hombros hasta tocar las orejas lentamente y bajarlos, esta vez, rápidamente, repetir esto tres veces.
– Después se trabaja la nuca, apoyando la nuca en la espalda, con la boca ligeramente abierta, y luego hacia adelante apoyar la quijada en el pecho. Repetir esto seis veces.
– Luego trabajar lentamente los laterales, llevando la cabeza hacia un lado, oreja hacia el hombro, ambos lados. Repetir esto por seis veces.

  • Luego rotar la cabeza en círculo lentamente.
  • A continuación, haremos masajes en nuestras manos, masajeando suavemente con el dedo en la parte de las palmas y en todos los dedos hacia las puntas.
  • Para terminar, vamos a cerrar los puños con fuerza y luego abrirlos rápidamente.

Para cerrar la técnica se debe recomendar hacer relajación cuando se sientan tensos, evitando la acumulación de tensión que podría desembocar en reacciones violentas.

Música

Reproductor de CD

70 min.

 

4. Regulación de la ira

El facilitador pide a los participantes que manifiesten opiniones respecto a controlar la ira, las cuales serán anotadas en un papelógrafo o pizarrón. Posteriormente, el facilitador aporta con otras técnicas, tendrá que ir poniendo ejemplos y explicar la técnica si es necesario como en el caso del “diálogo interno”.

Ejemplos:

  • Antes de actuar respira profundamente
  • Tomar un vaso de agua fría
  • Salir a caminar
  • Diálogo interno, que consiste en pensar: “puedo calmarme, puedo controlar la ira, puedo tranquilizarme”
  • Ponerse a la ventana o salir fuera y respirar profundamente

Papelógrafo con lista de técnicas.

40 min.

Cierre

5. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.

 

10 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

– Se debe considerar que gran porcentaje de los participantes no tienen conciencia innata de los signos precedentes a sus emociones, por lo que la intervención inicial durante este módulo debe dirigirse a identificar dichos indicadores.

– En primera instancia el facilitador debe puntualizar que el objetivo de este módulo es el regular de mejor manera la expresión del enojo, y no evitar enojarse o expresar esta emoción.

– Es común que los participantes arraiguen la idea de “es mejor callarse y no decir nada” por lo que el facilitador debe puntualizar que la expresión de emociones es paulatina y gradual, sin necesariamente llegar a la explosión.

– En ese sentido, el facilitador podrá exponer algunos de los principales factores estresores para la acumulación de tensión, por ejemplo, dificultades laborales, problemas de relacionamiento interpersonal, dificultades en la crianza y manejo conductual de los hijos, dificultades económicas, insatisfacción de necesidades básicas, etc.

– Durante la identificación de estrategias para la regulación emocional, el facilitador debe promover la valoración y pertinencia de las mismas entre los participantes, es decir qué estrategias son más útiles y en qué contextos.

– Al finalizar el módulo el facilitador podrá invitar a los participantes a poner en práctica las estrategias planteadas en situaciones cotidianas para evidenciar el nivel de eficacia.

NOVENA SESIÓN:
Objetivos:

  • Identificar principales problemas de comunicación y resolución de problemas de pareja.

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador/a escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo trabajado.

Papelógrafo

Marcadores

20 min.

Identificación de problemas recurrentes en la pareja

2. Nuestros principales problemas

A partir de una Lluvia de ideas se solicita a los participantes identificar los principales problemas o conflictividades vividas por ellos con sus parejas. Será importante que el facilitador sintetice y anote las características y áreas de conflicto identificadas por los participantes, por ejemplo: celos, infidelidad, sexualidad, gestión de la economía, consumo de bebidas alcohólicas, parentalidad, etc.

Papelografo

Marcadores

60 min.

Identificación de patrones de comunicación disfuncionales en la pareja

3. Role playing

Se solicita que en parejas escenifiquen de manera clara alguna situación problemática de pareja que hayan tenido: se debe identificar el contexto del problema y el discurso de cada uno de los protagonistas. A partir de esto, los demás participantes interpretan el papel de “observadores” para lo cual deben prestar atención.

El facilitador/a puede determinar cuándo finaliza la representación, pueden ser de 5 a 15 minutos.
El facilitador/a debe pedir a los interpretes den sus impresiones de cómo se sintieron en sus papeles o roles.

Luego, el facilitador/a debe pedir al resto del grupo que exponga sus sentimientos, pensamientos sobre lo observado, para esto puede utilizar algunas preguntas apoyando el análisis hacia la identificación de los patrones de comunicación disfuncionales que hayan sido identificados dentro de la representación.

Pelucas

Ropa

60 min.

4. Análisis grupal

Se divide a los participantes en grupos, de acuerdo al número. Se pide que realicen un análisis, bajo las siguientes preguntas:

  • ¿Qué conductas observables podemos identificar en los personajes?
  • ¿Qué tipo de palabras utilizaban?
  • ¿Qué creen que pensaba?
  • ¿Qué creen que sentía?
  • ¿Cómo se veía?

Reflexión: Se realiza la reflexión en función a la identificación de las conductas disfuncionales sin direccionar, ni pretender modificar ninguna manifestación del comportamiento de los participantes.

 

30 min.

Cierre

5. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.

 

10 min.

Pautas para el desarrollo de sesión

– El facilitador debe ejemplificar los distintos modelos de comunicación en pareja, esto contextualizando los ejemplos a las experiencias de los participantes.

– Es importante que la valoración de patrones disfuncionales de comunicación se realice a partir de la identificación de costos y beneficios.

– Así también, el facilitador puede reforzar que el hecho de generar patrones de comunicación alternativos disminuirá la presencia de conflictos al interior de la pareja y facilitará en la consecución de soluciones.

– Es importante que los participantes optimicen su capacidad de decir claramente lo que sienten y lo que quieren.

– Otro aspecto relevante será que durante una discusión en pareja no se debe hablar del pasado, aunque se puede determinar un tiempo concreto de unos días (3 a 4) para retomar y aclarar temas recientemente transcurridos.

Durante la sesión el facilitador podrá explicar, ejemplificar y entrenar alternativas en fallos de la comunicación del emisor (órdenes inadecuadas, chantaje, ridiculización, menosprecio, actitud vengativa) y del receptor (interpretación errónea o tergiversada, asimilación arbitraria del mensaje).

DÉCIMA SESIÓN:
Objetivos:

  • Identificar estrategias adaptativas de comunicación y resolución de problemas

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador/a escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafo

Marcadores

20 min.

Comunicación asertiva como estrategia para la resolución de conflictos

2. Conductas asertivas

El facilitador/a solicita a los participantes que identifiquen un conflicto de pareja, anota los temas propuestos en un papelógrafo y se escoge por votación qué tema se va a tratar.
En base al tema escogido se divide al grupo en dos, para que cada grupo asuma una postura frente a la problemática escogida.

A continuación, los participantes integran los grupos designados con los cuales justifican y argumentan sobre su opinión frente al tema, las opiniones deben ser contrarias, por ejemplo: La paternidad responsable: Un grupo estará a favor y el otro en contra.

Cuando ambos grupos hayan asumido su postura tienen que defenderla frente al otro grupo.
El rol del facilitador es de mediador y es quien anota las ideas expresadas en este debate.

Luego, el facilitador explica los diferentes estilos de comunicación: comunicación pasiva, asertiva y agresiva.
Luego de aclarar y moderar el debate, se les explicará que hay formas de decir las cosas sin violencia, asertivamente y sin usar la coerción.

El facilitador/a continúa la técnica realizando las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo me siento al actuar en esta técnica?
  • ¿Cómo me afectó o afecto yo a otros participantes mediante el tipo de comunicación que utilizo?
  • ¿Cómo debo comunicarme para no lastimar a las/os demás?
  • ¿Cómo cambio la comunicación violenta por una asertiva?

Para finalizar cada grupo manifiesta su posición respecto al tema en debate de forma asertiva.
El facilitador cierra la sesión retroalimentando respecto a la forma en la cual nos comunicamos y cómo la forma de hacerlo es beneficioso para nuestras relaciones de pareja y también para establecer o re establecer una comunicación sin agredir al otro.

 

60 min.

 

3. Pienso luego, dejo de ser macho

Se divide a los participantes en grupos de tres personas, cada integrante tendrá un rol (agresivo, asertivo, pasivo) para comunicarse de acuerdo a las situaciones que el facilitador/a vaya dando bajo la siguiente consigna: “Voy a comentarles diferentes situaciones y de acuerdo al rol que les haya tocado, quiero que expresen cómo comunicarían su respuesta”.

Ejemplo:
– “Cómo le dirías a un amigo que su camisa no le queda, cuando él te pidió una opinión”.
– “Imagina que eres un profesor y un estudiante por cuarta vez te dice que no entiende la lección”
– “Imagina que tu pareja llega tarde a una cita y llevas media hora esperando”

–  “Imagina que tu hija no hizo la tarea”

–  “imagina que tienes mucho deseo sexual y tu pareja no quiere tener relaciones”.

Reflexión: Una vez concluida la técnica el facilitador/a resaltará la importancia de expresar los pensamientos y emociones de manera asertiva, basándose en los principios de esta; respeto, igualdad, dominio de emociones y cortesía.

 

30 min.

Cierre

4. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.

 

10 min.

Pautas para el desarrollo de sesión

– El facilitador debe ejemplificar los distintos modelos de comunicación en pareja, esto contextualizando los ejemplos a las experiencias de los participantes.

– Es importante que la valoración de patrones disfuncionales de comunicación se realice a partir de la identificación de costos y beneficios.

– Así también, el facilitador puede reforzar que el hecho de generar patrones de comunicación alternativos disminuirá la presencia de conflictos al interior de la pareja y facilitará en la consecución de soluciones.

–  Es importante que los participantes optimicen su capacidad de decir claramente lo que sienten y lo que quieren.

–  Otro aspecto relevante será que durante una discusión en pareja no se debe hablar del pasado, aunque se puede determinar un tiempo concreto de unos días (3 a 4) para retomar y aclarar temas recientemente transcurridos.

Durante la sesión el facilitador podrá explicar, ejemplificar y entrenar alternativas en fallos de la comunicación del emisor (órdenes inadecuadas, chantaje, ridiculización, menosprecio, actitud vengativa) y del receptor (interpretación errónea o tergiversada, asimilación arbitraria del mensaje).

ONCEAVA SESIÓN:
Objetivo:

  • Identificar logros obtenidos durante el programa.

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador/a escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafo

Marcadores

20 min.

 

2. Explicación de los componentes de recaída en la fase de mantenimiento
El facilitador/a explica a los participantes las definiciones conceptuales de:

  • Recaída
  • Fallo o caída
  • Situaciones de riesgo

Se procurará que las definiciones sean claras y sencillas, se sugiere que el facilitador/a ejemplifique estos conceptos con las vivencias personales de los participantes.
Por ejemplo:

  • Recaída: retorno al patrón de comportamiento violento (golpear, celar, insultar, gritar, forzar relaciones sexuales).
  • Fallo o caída: se trata de una situación aislada que no implica necesariamente la reaparición completa de comportamientos violentos, (estar enojado respirar y no lograr relajarse, emplear comunicación asertiva y posteriormente usar comunicación agresiva), se diferencia de la recaída puesto que en esta fase de fallo se hacen evidentes “dificultades en la aplicación de las estrategias de afrontamiento”, cuando se presenta un fallo debe ser considerada como una señal de alerta en consecuencia es necesario recurrir a nuevas o mejores estrategias.
  • Situaciones de riesgo: son el conjunto de pensamiento, emociones, situaciones, ambientes, lugares, personas que han estado asociados a comportamiento violentos en el pasado o que podrían estar en el futuro y propiciar nuevamente el comportamiento violento (pensar en infidelidad, estar enojado, sentir celos, estar bajo el consumo de alcohol o sustancias, etc.).

En este caso el facilitador/a podrá usar las siguientes consignas:

  • Cuéntanos de acuerdo a tu caso ¿cómo te darías cuenta que has tenido una recaída?
  • Cuéntanos de acuerdo a tu situación ¿te diste cuenta si tuviste algún fallo o si una estrategia que aprendiste aquí no te funcionó bien?
  • Cuéntanos de acuerdo a tu situación ¿Qué cosas pasaban cuando reaccionabas de manera violenta con tu pareja? O ¿Qué cosas podrían hacer que tú puedas reaccionar de forma violenta con tu pareja?

Pizarrón o paleógrafo

Marcadores

70 min.

Factores de riesgo que pueden predisponer la conducta violenta

3. Repaso de avances

En esta actividad el facilitador/a realizará un feedback o retroalimentación de todos los aspectos trabajados desde el inicio del programa hasta el momento. En este sentido, deberá puntualizar los contenidos desarrollados en un papelógrafo o pizarrón para que los participantes puedan visualizarlos. Seguidamente el facilitador/a dará la siguiente consigna:

“Ahora les entregaré las hojas en las que trabajamos durante diferentes sesiones, para que recuerden como empezaron, revisen lo que escribieron porque dentro un momento nos dirán que sienten ahora”.
En este punto se entregará a los participantes los registros que fueron trabajados en la primera y segunda sesión, con esta actividad se busca que los participantes puedan hacer un recorrido de su propio progreso identificando sus estados iniciales y tomar conciencia de las áreas en las que se generaron progresos. Se podrá estimular la participación a través de las siguientes preguntas:

  • ¿Qué sucedió para que tú participes de este programa?
  • ¿Cómo te sentiste y qué pensabas al inicio de este proceso?
  • ¿Qué cambios hubieron en ti?
  • ¿Qué situaciones, emociones o comportamientos crees que aún te falta mejorar?

Pizarrón o papelografo

Marcadores

Hojas trabajadas por los participantes durante las primeras sesiones

80 min.

 

Reflexión: El facilitador/a deberá orientar sus intervenciones en el incremento de la motivación al cambio de los participantes, esto puede ser logrado a través del énfasis en los logros obtenidos en cada caso, asimismo es importante que se mencione que a pesar de su esfuerzo, todavía se tiene que continuar trabajando para alcanzar y mantener este cambio, introduciendo de esta manera el contenido de la siguiente sesión; identificación de factores de riesgo, Plan de emergencia y soluciones alternativas. Al final de esta técnica se pedirá a los participantes que devuelvan las hojas proporcionadas.

  

Cierre

4. Cierre

Se agradece la participación y se realiza el cierre sintetizando los contenidos de la sesión.

 

10 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

– El objetivo de las dos últimas sesiones es identificar factores de riesgo dinámicos (déficit en habilidades) que podrían generar nuevos comportamientos violentos.

– Es importante que el facilitador pueda hacer un resumen reflexivo del transcurso del proceso terapéutico, contrastando el estado inicial frente al estado actual.

– Durante el desarrollo de las sesiones se debe reforzar positivamente los logros obtenidos durante el proceso con el objetivo de incrementar la autoeficacia percibida de los mismos.

– En el proceso de identificación de riesgos se debe guiar a los participantes para que los factores predisponentes se enmarquen en la realidad, además de identificar cuáles se podrían presentar con mayor frecuencia.
Al finalizar la identificación de estrategias adecuadas para el manejo de situaciones y contextos estresantes el facilitador deberá comunicar la predisposición del mismo para volver a ver a cada participante cuando ellos lo consideren necesario, esta actitud de apertura tiene por objetivo mantener una adecuada alianza terapéutica tras el cierre del proceso.

DOCEAVA SESIÓN:

Objetivos:

  • Identificar situaciones de riesgo para la aparición de comportamientos violentos.
  • Generar nuevas opciones y planes de conducta

Temas y aspectos

Procedimiento

Materiales

Tiempo

Asimilación y consolidación de contenidos desarrollados

1. Recuperando aprendizajes

Se solicita a los participantes que indiquen los contenidos o temas tratados en la anterior sesión, el facilitador/a escribe de forma visible en el papelógrafo o pizarrón y hace una síntesis de lo hablado.

Papelógrafo

Marcadores

20 min.

Factores de riesgo para la reaparición de comportamientos violentos

2. Identificando riesgos

El facilitador/a pedirá a 3 participantes que puedan describir para el grupo una situación en la que se produjo una conducta problemática (violenta), en consecuencia, se podrá estimular el análisis con las siguientes preguntas:

– ¿Dónde y cuándo se produjo la conducta?

– ¿Qué otras personas estaban presentes en ese momento y cómo les afectó?

– ¿Qué conseguiste con tu conducta? ¿Cuál era tu propósito?

Una vez culminado el análisis, el facilitador/a enfatizará en la importancia de darse cuenta de diferentes elementos que aumentan la probabilidad de suceder un comportamiento violento.
Posteriormente el facilitador proporcionará una hoja a cada participante donde estará el siguiente formato:

Situación

Lugar

Personas

Emociones

Efectos positivos/ negativos

¿Cómo empezó?

¿Dónde y cómo?

¿Con quiénes?

¿Cómo te sentías?

¿Qué sucedió después?

     

Pizarra o papelógrafos

Marcadores

Hojas de registro (ver anexos)

70 min.

Factores de riesgo para la reaparición de comportamientos violentos

Se pedirá a los participantes que puedan llenar el registro identificando una o varias situaciones en las que hayan tenido un comportamiento violento con sus parejas, de la misma manera deben identificar las circunstancias, personas, emociones y efectos o consecuencias positivas como negativas. A continuación, se plantea un ejemplo del registro:

Situación

Lugar

Personas

Emociones

Efectos positivos/ negativos

¿Cómo empezó?

¿Dónde y cómo sucedió?

¿Con quiénes?

¿Cómo te sentías?

¿Qué sucedió después?

“Ambos habíamos discutido por celos, ella no me contestó el teléfono y pensé que estaba con otro hombre ”

“Estábamos cenando en la cocina y empecé a decirle que seguro se fue con otro y la insulté”

“Estábamos solos, cuando yo peleaba quería que estemos a solas”

“Enojado, con ganas de patear las cosas, sentía que no podía parar”

“La amenacé y golpeé en las piernas”. “Lo positivo fue que ya no estaba tan enojado”

“Lo negativo era que me sentía mal por golpearla y que después me denunció”

Una vez culminado el registro se pide a los participantes que puedan compartir brevemente una situación que anotaron en el registro.

Consecuentemente el facilitador puntualizará y orientará las intervenciones de los participantes ayudando en la identificación de factores de riesgo frecuentes en las situaciones descritas, estos factores pueden ser clasificados en las siguientes categorías:

  • Estado emocional (p.e. tristeza, alegría, enojo)
  • Presencia de otras personas
  • Estado físico (tensión, relajación, cansado)
  • Ambiente (en una fiesta, en la casa)
  • Actividades (beber, trabajar)
  • Pensamientos (p.e. pensamientos distorsionados sobre la pareja o sobre la mujer)

Pizarra o papelógrafos

Marcadores

Hojas de registro (ver anexos)

70 min.

Pautas de actuación de emergencia ante situaciones de riesgo

3. Plan de emergencia

Durante esta actividad el facilitador/a se enfocará en la información obtenida de la Identificación de factores de riesgo, y solicitará a los participantes que en 4 grupos puedan plantear en un papelógrafo un plan de emergencia para evitar incurrir nuevamente en comportamientos violentos. El facilitador/a podrá orientar la elaboración de este plan de acuerdo a los contenidos desarrollados durante el programa.

Se recomienda usar la siguiente consigna:

“Ahora cada grupo deberá elaborar un plan de emergencia en caso esté a punto de suceder un comportamiento violento, recuerden que pueden proponer las estrategias y técnicas que vimos durante las sesiones o si quieren también pueden plantear otras estrategias”.

Una vez finalizada la actividad, se pedirá que los grupos pasen a explicar sus planes de emergencia y de qué manera podría ayudarles ante comportamientos violentos.

Finalmente se hará una reflexión sobre la importancia de que cada participante debe emplear y buscar estrategias de manejo de factores de riesgo y así evitar recaer en comportamientos violentos.

Papelógrafos

Marcadores

Maskin

70 min.

Cierre

4. Cierre

El facilitador/a agradece la participación y colaboración de cada uno de los participantes, resaltando el cambio y progreso percibido en el grupo, enfatizando que las estrategias aprendidas durante el proceso son herramientas que permitirán mejorar su relacionamiento con sus parejas u otras personas.

También es importante permitir que los participantes puedan expresar sus impresiones sobre el proceso desarrollado.

 

20 min.

Pautas para el desarrollo de la sesión

– El objetivo de las dos últimas sesiones es identificar factores de riesgo dinámicos (déficit en habilidades) que podrían generar nuevos comportamientos violentos.

– Es importante que el facilitador pueda hacer un resumen reflexivo del transcurso del proceso terapéutico, contrastando el estado inicial frente al estado actual.

– Durante el desarrollo de las sesiones se debe reforzar positivamente los logros obtenidos durante el proceso con el objetivo de incrementar la autoeficacia percibida de los mismos.

– En el proceso de identificación de riesgos se debe guiar a los participantes para que los factores predisponentes se enmarquen en la realidad, además de identificar cuáles se podrían presentar con mayor frecuencia.

– Al finalizar la identificación de estrategias adecuadas para el manejo de situaciones y contextos estresantes el facilitador deberá comunicar la predisposición del mismo para volver a ver a cada participante cuando ellos lo consideren necesario, esta actitud de apertura tiene por objetivo mantener una adecuada alianza terapéutica tras el cierre del proceso.